jueves, junio 01, 2006

Herramientas profesionales

Lo que voy a escribir no tiene nada de contingente, pero sirve para escapar un poco de los escolares y los errores de "coordinación" del gobierno.
Hubo un tiempo remoto en que los periodistas (curiosos personajes de gabardina y sombrero que daban la vida por su pasión) trabajan exclusivamente con un lápiz y una libreta de notas. Estos seres de memoria prodigiosa tenían la capacidad de sintetizar lo que sus fuentes les decían en unas pocas palabras y luego convertirlas en deslumbrantes artículos. Ésta es la historia que ha pasado de generación en generación y que todos los pertenecientes a la nueva camada admiramos sin entenderla demasiado. Estos seres del olimpo de los periodistas se extinguieron y al parecer no dejaron la receta, o por lo menos los sabios encargados de transmitirnos el conocimiento no nos la han querido dar... tal vez se encuentre oculta en algún monasterio del Opus Dei.
Sea como sea, el punto es que esa forma de trabajo mística no llegó hasta nosotros y muy por el contrario fue reemplazado por un aparato electrónico que es capaz de retener cada detalle de lo que nuestro interlocutor plantea. Pero además de reemplazar una antigua práctica, la grabadora se ha convertido en la herramienta infaltable de cualquier periodista que se precie de tal, llegando incluso al punto de no ser tomado en serio ni por el propio entrevistado si no cuenta con este aparato. Es algo así como el estetoscopio para un médico o el petitorio para los estudiantes secundarios.
El punto es que como buena niña cuando entré a esta "prestigiosa" carrera me compré mi primera grabadora, una Panasonic que en esa época parecía tener la mejor relación precio-calidad. Sin embargo, erré. Resultó ser una traidora que no me acompañó ni siquiera hasta el final de mis estudios y hoy vista en una situación de vida o muerte tuve que endeudarme con las hermanas Falabella y adquirir una nueva y vital herramienta de trabajo. Pero esta vez decidí que elegiría a una compañera para toda mi consagración profesional y por lo tanto debía ser una hermosa Sony. La vi en la vitrina de una tienda y la quise, pero como todo, no podía resultar tan fácil. Resulta que ya nadie considera a los periodistas como un nicho interesante y por lo tanto las grabadoras son un bien escaso y la que yo quería lo era particularmente. Tuve que recorrer 4 casas de consumo hasta conseguir que la promotora de la marca se decidiera a buscar entre las millones de cajas y por fin venderme lo que necesitaba.
No obstante, la tengo, está en su cajita y espero estrenarla mañana... Pero me sigue faltando algo ¿Serán los dedos para el piano?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

wena..ahora si actualizé firefox y tu templateme encantó.cuida tu grabadora.
besos

Coty dijo...

pero este no es el que había puesto porque el otro por algún motivo se cayó. este es de blogger.
Parece q estamos desfazados lupito.

Anónimo dijo...

parece q si...flo..igual ta lindo este new template...