
La regunta del día
¿Cuánto le saldrá la cuenta de celular a un tartamudo?
Si gastara todo el tiempo que uso sacando cuentas en trabajar por mis metas, tal vez habría conseguido muchísimas más... pero la gracia también está en planear.
Bueno, voy a dar una explicación que va a sonar poco creíble, pero para mi es verdad. El punto es que el 18 y el año nuevo son prácticamente lo mismo. Obvio que sé que se celebran cosas distintas, pero si no fuera por eso y por la extensión... podríamos decir el espíritu es el mismo. Es decir, se baila el mismo tipo de música, se toma como si no fuera a quedar más alcohol en el mundo y se crean expectativas tan grandes como si de verdad la vida fuera a ser diferente al día siguiente.
Sinceramente, creo que sólo son fechas que hemos establecido para poder carretear sin culpa. Otra cosa es que unos pocos ilusos traten de rescatar valores de ellas, como el espíritu patriótico o la trascendencia de un año que se va... o quién sabe que cosa. Pero generalmente lo que ocurre es que cargamos de expectativas estas fechas y por lo tanto es muy probable que después nos desilusionemos, porque el carrete no fue como queríamos, porque la música era puro reggaeton o porque la gente en el asado no estaba tan animada como habíamos pensado o así como muchas otras eventualidades que pueden surgir.
Personalmente me pasa que mientras más espero alguna de estas fechas, más mal lo paso... creo que lo mejor es asumirlas como lo que son y agradecer si al final la fiesta fue memorable.
No recuerdo haber escuchado demasiada música infantil cuando chica. La verdad, es que mi padres jamás fueron de esos que sacrificaran todo por dejarnos contentos, sinceramente no me los imagino aguantando algún casette tipo Mazapán dar vueltas una y otra vez en la radio... El punto es que los fines de semana escuchabamos lo que ellos querían y el repertorio generalmete o era música clásica, la cual siempre me ha aburrido bastante, u opera, y ésta última, siempre me gustó. Hay algo hasta ahora que hace que la sienta y me emocione con ella. Es por eso que me da un poco de pena que se haya muerto Pavarotti, porque la voz de ese tipo enorme con la cara más italiana que creo haber visto alguna vez es parte de la (aunque suene siutico) banda sonora de mi infancia.